jueves, 22 de noviembre de 2012

Hay para todos

Tengo buenos amigos neurólogos, disfruto de una buena relación con ellos dentro y fuera del hospital y, tal vez por ello, he abierto un enlace enviado en un tuit que los nombraba...para saber cómo les va.
Lo he abierto y lo he leído, y lo he sentido, y lo he vivido por un momento como una experiencia propia, como un deja vu de mi día a día y por eso os lo voy a comentar.
El título del artículo, comentario o reseña dice "los neurólogos claman contra el aumento de las listas de espera y las dificultades para prescribir". Pues me parece muy bien que clamen, que digan y que pidan, lo que no tengo tan claro es que las reuniones, asambleas, congresos y demás elencos de este tipo sean los lugares más adecuados para manifestarse. En realidad se dice que lo que se espera oír, se dice lo que queda bien y lo que amansa a las "fieras" de platea. Es como los mítines políticos...juegas en casa y el éxito está asegurado.
Más a bajo se puede leer una referencia a la formación. Dicen ellos que consideran el tiempo de formación en el nuevo plan troncal de insuficiente ya que durante dos años realizan rotación por medicina interna y por especialidades afines, para acabar afirmando  "Se pretende que los neurólogos nos hagamos más internistas, cuando deberíamos ser más especialistas". 
Yo recuerdo a un cardiólogo al que admiro personal y laboralmente que me dijo "un cardiólogo debe ser primero un buen internista", a mi me hubiese gustado serlo (cardióloga digo) y no veo el problema en ser un médico global para después ser un médico especializado. No olvidemos que tratamos con personas con complejidad variada y que un enfermo de Parkinson puede ser un diabético, nefrópata o EPOC, lo cual debe ser (y seguramente es) valorado al tratar la enfermedad neurológica. Os puedo asegurar que es peor sentirse secretaria cuando también eres médico especialista.  
Explican los compañeros que acuden a la reunión de expertos que notan un problema a la hora de la prescripción ante la "imposición" de los genéricos. Imagino que parte de esta imposición es la que sufrimos día a día los médicos de familia, y estoy segura que entre lineas se puede leer que algo de culpa de estos cambios es nuestra. No hace falta que me lo diga ningún comité o mesa de trabajo de expertos, lo se por experiencia, muchos de nuestros compañeros hospitalarios se quejan por "lo bajini" de que no les queremos hacer los medicamentos de marca indicados o se los cambiamos por otros. La solución está clara, haz tu las recetas para el tiempo que precisen hasta el nuevo control y problema solucionado. No me pidas a mi que haga tu trabajo. Ayer sin ir más lejos una amiga tuitera se quejaba por haber recibido una nota de un especialista hospitalario como respuesta a su negativa a recetar un determinado fármaco. El compañero le recordaba "su obligación" de hacer lo que él ordene...sin comentarios.
Se refieren también a la disminución de recursos para la investigación, la formación...pues mira es eso tenéis toda la razón, pero no es un problema que sufráis sólo vosotros. Os puedo decir que mi formación es extralaboral, me la pago yo y para investigar he pedido una beca pero me la han denegado, así que podemos llorar todos juntos. 
El articulo es una buen resumen de las sensaciones que tenemos la inmensa mayoría de colectivos médicos, no creo que vaya por barrios.
Utilizo el análisis del mismo para manifestar esta situación no para generar  ningún conflicto con los neurólogos, en este caso han sido ellos los que han expresado su mal estar aprovechando la difusión que les da la Reunión Anual de la Sociedad Española de Neurología que se celebra en Barcelona y yo la que os lo transmito a vosotros, pero no me pidáis que me quede callada ante lo que me afecta a mi y a mis compañeros, en todos sitios cuecen habas. Espero no llegar a plantearme nunca colgar la bata, como comentaba ayer otra amiga, pero si las cosas siguen así pude pasar cualquier cosa.

PD: Esta entrada está dedicada a Juanjo, Gisela, Moisés, Pepito y Sonia. Ya sabéis que contáis con mi respeto y mi apoyo

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