viernes, 24 de octubre de 2014

Los superhéroes vuelan

Volviendo a la realidad me doy cuenta de como soy. A veces me duele pensar como pienso y sentir como siento. Querría ser más sensible, más solidaria, más buena...más como muchos, pero que le vamos a hacer soy como soy. 
Y como no me gusta tener que dar explicaciones me había quedado callada ante la situación generada por el caso de ébola que muchos han hecho suyos pero yo no. Quería decir cosas pero me daba miedo ser malinterpretada, ya sabemos que somos muy susceptibles, pero ayer una gran tuitera nos regaló una nueva entrada en su blog que me hizo recapacitar y coger el toro por los cuernos. Se puede bloguear de forma correcta y educada.
Aquí os dejo el enlace del blog de @anadeph  (también os recomiendo la carta que envió a la enferma de ébola que podéis leer en el mismo lugar, un bonito ejemplo de buena persona)

Un par de días antes yo había escrito este tuit 

"Oigo que hay médicos cracks, superhéroes,los 4 fantásticos. Yo no curo el ébola pero aquí estoy cada día en mi consulta rural #tambiensoy"

Con estos adjetivos se habían referido determinados medios de comunicación a los médicos que habían tratado a la paciente de ébola una vez confirmada su curación. Foto de los 4 caminando contentos por un pasillo del hospital con la satisfacción del trabajo bien hecho. Y yo que me alegro y aplaudo como la que más.
Pero este tuit pretendía ser una reivindicación de los profesionales sanitarios anónimos que estamos día a día con enfermos, que hacemos nuestro trabajo sin esperar ningún tipo de reconocimiento especial más allá del "gracias doctora" que te sabe a gloria y te paga con creces. 
El sistema sanitario español, ese que a veces es maltratado y vilipendiado y en otras ocasiones elevado a lo más alto, depende de todos nosotros, de cada uno de los granitos de arena que lo formamos. Yo no soy una superheroína, no soy una superwoman pero tengo mi corazoncito y mi ego y me gustaría recibir el reconocimiento en lugar de la queja. Que es mi obligación hacer lo que hago lo tengo claro pero el resto de la población, incluidos periodistas que hablan más de lo que deberían, también deben saber que cada uno hace lo que le toca, a mi no me tocaba tratar el fallo multiorgánico de la paciente pero me toca estar atenta para detectar posibles nuevos casos y comunicarlo para que otros hagan lo que deben hacer y mientras sigo en mi pequeña consulta rural.
Si ahora les quieren dar una medalla o una mención especial me parece excesivo pues eso mismo deberían  recibir los que trabajan cada día con niños oncológicos, con pacientes sépticos, con enfermos medulares graves, con enfermos con trastornos cognitivos avanzados o con enfermedades mentales severas y si me apuras con diabéticos, con ancianos en riesgo o con pacientes terminales por que este es nuestro trabajo...somos médicos, no superhéroes, para eso nos falta volar, viajar con velocidad hipersónica, tener fuerza sobrehumana, visión láser o invisibilidad.
Y no olvidemos a otros profesionales sanitarios que a lo largo de los años se han contagiado de enfermedades más o menos graves por tener contacto con enfermos ¿son menos importantes? ¿han sufrido menos? Parece que lo mediático es más importante que lo ordinario y eso no es así, los compañeros que han hecho su trabajo tienen suficiente con saber que lo han realizado lo mejor que han podido y sabido, con un resultado final perfecto y no creo que esperen una medalla ni nada parecido.
Me apetecía decir lo que he dicho, espero que entendáis mi reflexión. Todos somos importantes, nadie es más que nadie y seguro que muchos vais a pensar que es envidia, podría ser, pero no es lo que pretendo trasmitir, no soy perfecta y a veces me equivoco.

3 comentarios:

  1. Cada quien tiene su personalidad, nada más faltaría que todos fuéramos al unísono como masa borreguil. Estoy de acuerdo contigo. De eso más o menos y de otras aristas van estos dos post: http://allaca.org/pensarenoff/el-desafio-de-un-sistema-el-caso-del-ebola/
    http://allaca.org/medicinabyrojewski/el-reconocimiento-a-la-profesion-sanitaria/

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  2. Pues estoy de acuerdo, pero no al 100%. Lo mediático lo dan la prensa y el que lo vé, no los propios profesionales. Resulta que una de las "cuatro fantásticas" es amiga mía de la facultad. Siempre trabajando con contratos precarios, eventuales, intentando estudiar y hacerlo lo mejor posible (como tú y como yo, imagino), y con cero reconocimiento ni por supuesto "futuro laboral digno" después de muchos años trabajando. Y, de repente, te cae esto. Y yo qué sé, tiene que dar miedo, a mi qué quieres que te diga, me acojonaría enfrentarme cada día tantas veces al contagio. Y bueno, pasan los días y Teresa se cura y hay un reconocimiento mediático. Pues yo me alegro mucho. A ver si de una vez en este país se reconoce a quién trabaja bien, y, por lo menos, se les hace sentir orgullosos de lo que han hecho, igual de lo que hubiéramos hecho todos, no lo sé.
    Aunque con eso se van a quedar...
    Se qué para ella han sido unas semanas muy duras, y, con humor, luego dice "asusta más la prensa que el Ebola". Y si, la admiro, estoy orgullosa de ella y me alegro que se lo reconozcan. Aunque lleve mucho tiempo trabajando muy bien, esto ha supuesto para ellos un plus de estrés, y les ha quitado el sueño, estoy segurísima.
    Lo que no quita para que muchos otros hagan cosas igualmente meritorias, pero ahora les ha tocado. Y no ha sido algo baladí...
    En fin... No sé si me he expresado muy pero allá va..
    Un saludo!! Y que me gusta tu blog..,

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  3. Es un alivio ver que se reconoce, así no sea en los grandes medios el labor de todo el equipo que ha trabajado en este caso particular, yo que soy hija de La Paz-Carlos III he tenido la oportunidad de trabajar con todos aquellos que han tratado a Teresa, desde José Ramón hasta Marcela -que es una de las limpiadoras de la sexta planta- a todos ellos les debo muchísimo, a algunos por enseñarme terapéutica para aplicar a los pacientes, a otros porque sin ser de la rama sanitaria me han curado el alma cuando yo lo necesitaba y para éso también se necesita valor, el equipo que trata a Teresa es por sobre todas las cosas: un equipo, y me da pena ver que el mérito se lo conceden a unos y obvian tan fácilmente a otros, en mi caso particular y emulando a Sanz "tengo el corazón partío"
    Sobre el tema "medalla" tengo nuevamente muchas diatribas, por un lado efectivamente comparto el clamor general de que después de todo es nuestra profesión y que estos riesgos y muchos más que no salen en los diarios, los conocíamos desde el principio, así que desde ésa perspectiva no hay medallas que valgan, pero por otro lado, yo que me he puesto el traje -quizás no para este caso particular, pero si para otros que en su momento eran igual de importantes- y que sé de primera mano lo que es trabajar con con corazón en un puño, he vivido en paralelo todos los pormenores que se han ido presentando, la escasez de personal, el miedo, la angustia, el rechazo generalizado, la señalización, las mentiras, yo que lo he visto de lejos y aún así me ha tocado de cerca, a mí que me han prohibido la entrada en mi gimnasio y que mis vecinos no se subían conmigo en el ascensor, que veía como gente dejaba de hablarme y se alejaban de mi solo por saber en dónde trabajaba, y éso que ni siquiera estuve con Teresa, entonces si que creo que se merecen la medallita, porque a mi punto de vista la medalla no es por tratar y curar, es por todo lo que se vivió en paralelo por la forma en que el desarrollo de su profesión les impedia llevar sus vidas, porque sus vidas fueron expuestas sin ninguna razón, porque sus hijos fueron aislados, señalados y evitados, así que si me preguntáis a mi si me parece bien la medallita, pues si, si que me lo parece y ojalá que venga con algún que otro día libre que también se lo merecen.

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