Cuentos

He comentado esta mañana en Twitter que hay una serie americana (como casi todas las que veo) que me está empezando a sacar de mis casillas pero después he reflexionado y me he dado cuenta de que la culpa es mía. Demasiadas películas románticas y demasiadas series irreales, luego, llega la realidad y te pegas un guarrazo considerable.

La tal serie se titula Scandal, si os apetece oír discusiones a grito pelado, peleas entre amantes despechados, tramas políticas que no se pueden creer y algo de violencia gratuita esta es vuestra serie. Si te gustan las series de política y políticos os puedo recomendar una de hace algunos años "El Ala Oeste de la Casa Blanca" y otra más reciente cuya próxima temporada espero ansiosa "House of Cards". Tengo claro que en ellas también hay algo de irrealidad pero...ni punto de comparación.

Pensar que las series y las películas son un reflejo de la realidad es como pensar que todos los políticos son corruptos...¿mal ejemplo?.

Otro ejemplo de engañoso reflejo de la vida son las series de médicos. Si alguien se cree que House, Anatomia de Grey (el puticlub, ya sabeis) o incluso Hospital Central son creíbles podeis veniros conmigo a la guardia de mañana y lo vais a flipar...de folleteo nada, de nada, por no tener no tenemos ni sala de descanso, el agua la sacamos de la máquina y lo mismo hacemos con el café, aunque a veces tienes suerte y puedes escaparte a comprarlo a la cafetería y desconectar 10 minutos pero sin que te vean.

Y por último la temática romántica. Si yo tuviese una hija no le dejaria ver estas comedias americanas con las que hemos crecido, ¡qué daño han hecho Meg Ryan o Jennifer Aniston! La gente no se enamora en la cola del super, ni comprando ropa de deporte (y eso que quiere decir que te cuidas), ni se va sola de viaje y conoce al príncipe azul en el asiento del avión...a mi no me ha pasado y eso que este año se lo he puesto a huevo a las estrellas y al destino. Pero bueno, no me voy a quejar, al menos no nos estrellamos ni me perdieron las maletas y eso es de agradecer.

Si quieres saber de la vida, vive pero no esperes que pase lo que les pasa a las perfectas actrices de las  perfectas  películas americanas, aunque algunas veces me gustaria ser a mi la protagonista.